Diamela Elmit escribe sobre un hospital de enfermos mentales. Inés Dussel lo retoma para hablar del amor y la pedagogía. Yo me subo a este retazo al pensar en los refugios.Es que el amor tiene tanto de casa con olor a comida o de mano apretada...es que puede hacer tanto con tan poco...
Este año tuve muchos “tés y panes con mantequilla”,... Atesoro varios virtuales…
- Los “¿en qué andás?” de letra negra sobre fondo blanco que hacían que el whatsapp se llenara de gente y ojos queridos.
- Los corazones de instagram que de manera sutil decían “leí” “me gustó” “acá estoy” y lograron que mis presentes se unieran a otros presentes.
- Las reuniones de zoom laborales que más que nunca tuvieron la capacidad de cruzar la vida con la tarea que nos tocara ese día. Encuentros que se volvieron rituales y que, como al Principito, me hacían sentir contenta desde las tres de la tarde si sabía que la reunión era a las cuatro.
Y podría seguir...porque además tengo de los otros, los presenciales...pero me los guardo por un rato más en el bolsillo…
¿Me cuentan de sus panes con mantequilla?
(Cita: Dussel, Inés (2006) “Del amor y la pedagogía. Notas sobre las dificultades de un vínculo” en Educar: figuras y efectos del amor de Graciela Frigerio y Gabriela Diker (comps), Del estante editorial, Buenos Aires)
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