en mares ocupados en llevar
y traer noticias de islas perdidas.
Dos educadores del Malba, Daniela y Martín, fueron los encargados de develar una historia encerrada en forma de rollo. La propuesta narrativa del Malba se realizó en el zoológico en el Marco de la Maratón de Lectura de la Fundación Leer. Frente a la jaula del leopardo los chicos escucharon la noticia de que había aparecido una botella con un mensaje desconocido. Se mostró la pieza y con todo cuidado se desenrolló el papel gastado que había adentro. Era una carta de Wilfredo Lam que contaba sobre su vida en Cuba y comentaba sobre un extraño ser que había decidido pintar. Tenía caras en las rodillas, patas de caballo, más de una cabeza, alas... Cuando el relato terminó los chicos recibieron hojas y representaron ese personaje imaginado por el artista. Antes de despedir a los alumnos se mostró una reproducción de la obra de Lam que coincide con la descripción de la carta.
Me gustó que el relato llegara en botella, no es lo mismo una carta doblada en cuatro que otra en forma de rollo. Tampoco es igual un mensaje que llega a la dirección indicada, que otro que navegó a la deriva. Pareciera que el azar nos acabara de elegir para ser los destinatarios de ese relato.
Me resultó pregnante la descripción de la vegetación en donde vive el artista y las rarezas del ser que describe. Es orgánico escuchar de un lugar exótico en donde, tal vez, esos personajes sí existan. Una se pregunta si esa botella fue arrojada para pedir ayuda o sólo para contar a manera de Darwin ideas provocadas por nuevos conocimientos.
Pienso en la relación que el texto establece con la obra. La palabra habla del nombre del artista, del lugar en donde vive y hace foco en los detalles de un personaje. ¿Qué me cuenta esto de la estética del artista? ¿De qué manera ese texto oral me prepara para ver la obra posterior?
El dueto
El juego de las dos voces de los educadores configuró un espacio de diálogo en donde cada uno cumplía roles distintos. Hubo complicidad al principio, los dos habían encontrado la pieza y la querían mostrar. Cuando uno de ellos empezó la lectura , el otro cumplió el rol de comentador. Como abogado de los niños trataba de iluminar las palabras o conceptos difíciles.
Lo ambiental
No es fácil intentar realizar una actividad que exige concentración con un fondo selvático que invita a ponerse de pie y mirar con las manos y la nariz pegadas al vidrio. Tampoco es fácil cuando pasa gran cantidad de gente caminando y hay ruido alrededor. ¿Qué hacer frente a esas situaciones imprevistas? ¿Cómo "sobrevivir" a un ambiente complejo al que, además, se le anexan otros conflictos sonoros y de atención? Me acuerdo la vez que en el Museo de las Escuelas (cuando estábamos en el Ministerio de Educación de la Nación) nos tocó guiar a alumnos de un jardín mientras un grupo de 200 jóvenes de una orquesta ensayaba en el espacio contiguo al Museo. Fue difícil salir del enojo (la persona encargada no nos había avisado) y darnos cuenta de que no podíamos ya suspender el recorrido. Cuando logramos aceptar la realidad la actividad dio un giro. Como decía una de mis profesoras de teatro, Paula Bröner, con la aceptación se permite el juego de improvisación. Cuando un compañero propone algo, aunque sea molesto o distinto a lo planeado por una, hay que aceptarlo y a partir de ahí construir el próximo paso. Si no se hace esto se pierde la energía del otro y es muy difícil remontar la escena...En la actividad que relato nuestra decisión fue aprovechar la música que sonaba invadiendo el espacio. No hubo prácticamente palabras y la visita guiada tuvo componentes de mímica, mucho de olfato y tacto de objetos antiguos y bastante de movimientos al compás de la música. Es cierto que extrañamos la palabra, pero no estamos seguros de que la experiencia haya sido menor. Lo que sí sabemos es que a nosotros como adultos nos transformó la percepción sobre ciertos objetos e incorporamos algunas de estas prácticas en próximas visitas.
Para seguir pensando
¿Qué características tiene el narrador que elige redactar una carta sin saber quién va a encontrar su mensaje? ¿Qué otros juegos se pueden aprovechar en el dueto? ¿Cómo hacer para integrar lo propuesto por un espacio como el zoológico y una actividad de narración?
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