Fue la primera nevada del año 2010 en Salamanca. La biblioteca de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez estaba de festejo, un aniversario o algo importante... El edificio de varios pisos era el lugar en donde chicos de diferentes edades habían venido a pasar el rato. Iban y venían de un lugar al otro. La nieve se amontonaba en la calle mientras los vidrios dejaban ver pasillos, escaleras y salas llenas.
Afuera la gente caminaba cerrándose el abrigo sin preocuparse porque sus solapas ya estuvieran blancas. Cruzaban miradas con otros caminantes orgullosos de que al fin el frío se hubiera convertido en montaña de postal.
Afuera la gente caminaba cerrándose el abrigo sin preocuparse porque sus solapas ya estuvieran blancas. Cruzaban miradas con otros caminantes orgullosos de que al fin el frío se hubiera convertido en montaña de postal.
Adentro los chicos eran peces o liebres que patinaban en ese territorio de libros construido con colores y estanterías.
Yo estaba ahí a dos días de volver a Buenos Aires y elegí. Elegí que en mis últimos momentos antes de volver me iba a perder un rato en los dos pueblos.
Era una tarde noviembre de 2010, nevaba y las letras se salían de las solapas…
Era una tarde noviembre de 2010, nevaba y las letras se salían de las solapas…
* Ilustración de Quint Buchholz del libro "El libro de los libros: historias sobre imágenes"- ir a más información
El espacio-pueblo
Elaine Heumann Gurian dice que los museos pueden ser vistos como pequeños pueblos en donde la gente camina segura en compañía de extraños. Son una oportunidad para estar con otros y de comunicarse más allá de las palabras. Por eso recomienda tener en cuenta esto al momento de construir estos espacios… “observamos que los museos de hoy ya incluyen muchos aspectos de un auténtico pueblo: oportunidades de pasear, muchas esquinas donde doblar, demarcaciones entre el espacio público y el privado, ocasiones cómodas de pulular, y una variedad de servicios brindados durante un horario cada vez más amplio y para segmentos más abarcadores de la población. Los espacios internos de los museos son como paisajes callejeros y, como tales, constituyen un componente importante del ámbito público.”1
Esta biblioteca es un espacio de la ciudad y es también un museo de libros con avenidas, calles y pasadizos...
1-Heumann Gurian, E. (2006). “Function follows form: how mixed-used places in museums build community”, 2001, en Civilizing the museum. Routledge, Londres y Nueva York, (traducción Silvia Alderoqui).
Ir a la Página de la Biblioteca de Salamanca de la Fundación
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El mercado de la feria
¡Nada más lindo que ir a una feria callejera cuando se está de vacaciones! Los sabores y colores de los negocios dan ganas de tomar algo de cada uno…en la Biblioteca sentí algo de eso, ganas de abrir libros acá y allá para olerlos un rato y después seguir el viaje.
Estos son algunos de los "puestos" que encontré:
Estos son algunos de los "puestos" que encontré:
- Grandes estanterías con etiquetas de colores que indican temas y a veces edades recomendadas para que el niño lector se pueda servir siguiendo sus gustos.
- Estantes con bandejas inclinadas en donde los libros se muestran con la tapa hacia el lector.
- Cajones en el piso divididos en cuatro partes con diferente cantidad de libros.
- Mesas con libros “dejados al azar”.
- Títeres disponibles para que cada uno pueda agarrar alguno mientras lee o simplemente para jugar.
- Carteles en las paredes promocionando historias.
Pasillos
Los pasillos sirven para que la gente pueda ir de un lugar a otro. Pueden ser oscuros y convertirse en callejones sin salida o ser espacios que den ganas de recorrer para llegar a algún otro lado o simplemente para estar ahí.
La Fundación tiene varios pisos conectados por escaleras amplias.En las paredes se cuelgan dibujos y textos de los chicos. Una se siente en compañía y hay una tensión entre seguir de largo o quedarse a mirar.
También muchas salas estan conectadas por pasillos que terminan y empiezan con puertas siempre abiertas. Se puede recorrer el espacio que separa a una y a otra viendo lo que espera del otro lado. Como si al final de la caminata se supiera que hay alguien esperando.
La Fundación tiene varios pisos conectados por escaleras amplias.En las paredes se cuelgan dibujos y textos de los chicos. Una se siente en compañía y hay una tensión entre seguir de largo o quedarse a mirar.
También muchas salas estan conectadas por pasillos que terminan y empiezan con puertas siempre abiertas. Se puede recorrer el espacio que separa a una y a otra viendo lo que espera del otro lado. Como si al final de la caminata se supiera que hay alguien esperando.
Estacionamientos
Descansar o dejar lo que nos pesa para seguir más livianos es importante en cualquier ciudad. En la Biblioteca hay percheros a la altura de los chicos y guardarropas para los adultos. Se pueden dejar abrigos, guantes, gorros y moverse por adentro sin tener que cargarlos.
Además descansar y ponerse cómodos es una posibilidad con diferentes caras:
Además descansar y ponerse cómodos es una posibilidad con diferentes caras:
- Sentarse a la mesa: hay varias mesas circulares en donde poder leer libros con otros y en soledad. Apoyar el libro y acercar la silla es lo necesario.
- Asientos que son escalera: en la sección para adolescentes hay gradas con almohadones para sentarse. Estar cerca de otros y en diferentes alturas parece ser la propuesta.
- Pisos blandos: los pisos en varios de los sectores están alfombrados y tienen almohadones y colchonetas para sentarse. Cruzarse de piernas, ponerse en cuclillas, acostarse es una buena idea a la hora de leer.
Recovecos y paisajes para mirar
Sentarse en un rinconcito del bar o pararse a conversar en una vuelta de la manzana es lo que más me gusta de mis caminatas por la ciudad. También disfruto cuando miro los edificios, los árboles, las estaciones de tren, la gente pasar. En esta biblioteca encontré vueltas y rincones y caminos y luces y ventanas y voces...tuve ganas de quedarme y de seguir. De mirar qué hacían los "otros" y de encontrar mi lugar preferido para leer uno de esos libros en donde el tiempo se termina.
Antes de salir...
La ciudad-libro ese día de fin de otoño estaba llena de hojas listas para ser leídas como líneas de la mano, como promesas de aventuras y tierras lejanas...
Me viene a la mente la cita de Jorge Larrosa sobre la escena de lectura en donde un Proust niño vivía con intensidad un verano en el que se quedaba dentro de la casa para leer:"(...) sólo podemos acceder a lo real con la mediación de lo irreal y como si la apertura a esa vida no vivida que es la lectura permitiera la recreación y la renovación de lo vivido"2
Quién sabe…, tal vez adentro la primera nieve del año era más real
que la que estaba sucediendo afuera...
2- Larrosa, Jorge, La experiencia de la lectura, FCE, 2007, México
que la que estaba sucediendo afuera...
2- Larrosa, Jorge, La experiencia de la lectura, FCE, 2007, México
Mis fotos de Salamanca con nieve no salieron bien, por eso les propongo ver otras nevadas salamanquinas en este blog que encontré paseando por la web: Blog de Macareno40
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