22/12/20

¿Qué le agregarías al mundo?- Programa "La infancia tiene la palabra"

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Escuchar a los "recién llegados" como llama Hannah Arendt a los niños, debería ser algo cotidiano. En este vídeo del Tríptico de la Infancia"La infancia tiene la palabra" se escuchan voces de chicas y chicos que contestan preguntas alrededor del mundo.

Ojalá tomáramos nota de sus necesidades esenciales,

...de su vulnerabilidad que necesita refugios amorosos y presentes

...de sus ganas de escuchar cuentos en voz alta,

...de su interés en opinar sobre plazas, calles y casas

...de sus ojos que necesitan a familias de carne y hueso capaces de abrazar y decirles que los quieren

...de su entusiasmo por jugar con nosotros, los grandes

...de su capacidad de enseñarnos que un bicho bolita bien vale la tarde

No se pierdan todo, TODO, lo que hace el maravilloso equipo que gestó este proyecto. Les dejo el enlace y les recomiendo que los sigan en las redes

#lainfanciatienelapalabra

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21/12/20

Escuelita-refugio

Un refugio tiene que poder proteger de la lluvia y del sol quemante...También tiene que saber cuidar la vida para dejar que se expanda a lo inesperado. La escuelita rodante que armamos este año en Azul tuvo todo eso y más.

Empezó con un whatsapp de madre desesperada “No sé cómo hacer para que mi hijo haga la tarea” y siguió con una escuelita virtual que después se volvió “de casa en casa”.

El estudio fue solo una parte…las ramitas que fuimos poniendo para que el calor siguiera ahí fue un trabajo en equipo. La intuición fue la gran maestra. En la manera de elegirnos, en las decisiones que tomamos, en las rutinas que inventamos, fueron más fuertes las vísceras que la cabeza. Había algo que nos decía “por acá” y que nos hacía resonar. Algo inexplicable que nos marcaba el camino sin que tuviéramos las palabras para explicar por qué.
Cada casa abrió su mundo a los otros y el nomadismo se volvió costumbre. Las ventanas, las mesas, el patio eran escenarios exóticos en donde los chicos aterrizaban con sus carpetas y zapatillas. La comida de la noche en familia se llenaba de historias y de maneras nuevas. Como Gullivers o Caperucitas los chicos de la casa se sabían dueños de sus viajes y narradores experimentados.

Después de esta experiencia, claro, las otras pedagogías, las de afuera se me abrieron como una mandarina:

***¿Por qué los ministerios olvidan tantas veces lo que dicta la intuición?

***¿Por qué seguimos tan “pegados” a las aulas y nos cuesta salir de visita a otros espacios de la escuela o a las calles de la ciudad?

***¿Por qué los juguetes personales u otros objetos que nos identifican tienen que quedar afuera de la escuela?





16/12/20

Obra "Lo bueno, lo bello, lo verdadero"

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Hoy una obra de arte contemporáneo.

Fernando Falconí (Falco) pidió a los vecinos de un barrio obrero de Quito que eligieran objetos "buenos, bellos y verdaderos" para exhibir en las calles. El resultado fue una muestra con variedad de piezas que se mostraban dentro y fuera de las casas.

¿Qué tiene que ver esto con los refugios?
Pienso en los objetos cotidianos que nos hacen sentir seguros. Un prendedor de la abuela, un collar que tiene dijes que suenan lindo, el señalador pintado a mano por el hijo...alcanza con mirar de nuevo y preguntarle a eso que conservamos si tiene el valor de ser bueno, bello o verdadero. Claro, las respuestas universales no vienen al caso...

Algunas historias de la obra:
" Este es el poncho de mi abuela materna, María Elena Chiriboga, muerta hace 12 años. Ella fue la persona que más amé en mi vida. Yo viví con mi abuelita desde que nací hasta que me casé. A los 90 años mi abuela se puso mala y yo estuve con ella cuidándola. Cuando falleció les regresé las cosas de mi abuela a sus dos hijas, pero el poncho fue la única prenda que no les entregué a ellas. Este era el poncho favorito de mi abuela porque mi mamá se lo regaló con el primer sueldo que tuvo. "

"Este es el cordón umbilical de mi hijo Leonardo Amacoria, que se le cayó de recién nacido. Por medio de este cordón él se alimentaba cuando estaba en mi vientre. Es mi hijo único. Actualmente tiene tres años. "

"Hace dos años y medio sufrí un accidente en el cual se me destruyó el calcáneo del pie. (...) Pasé tres meses en cama y durante ese tiempo de convalecencia me puse a pintar este caballito de cerámica. Nunca antes había pintado nada, pero me motivé viendo como mi mujer Yolanda Gómez pintaba estas figuras. Hay gente que me ha querido comprar la figura, pero no me interesa venderla. Mi mujer y yo apreciamos sentimentalmente a este caballito como símbolo de la superación de una difícil situación en mi vida."

15/12/20

Refugio 1: el amor

Diamela Elmit escribe sobre un hospital de enfermos mentales. Inés Dussel lo retoma para hablar del amor y la pedagogía. Yo me subo a este retazo al pensar en los refugios.

Es que el amor tiene tanto de casa con olor a comida o de mano apretada...es que puede hacer tanto con tan poco...

Este año tuve muchos “tés y panes con mantequilla”,... Atesoro varios virtuales…
  •    Los “¿en qué andás?” de letra negra sobre fondo blanco que hacían que el whatsapp se llenara de gente y ojos queridos.
  •    Los corazones de instagram que de manera sutil decían “leí” “me gustó” “acá estoy” y lograron que mis presentes se unieran a otros presentes.
  •    Las reuniones de zoom laborales que más que nunca tuvieron la capacidad de cruzar la vida con la tarea que nos tocara ese día. Encuentros que se volvieron rituales y que, como al Principito, me hacían sentir contenta desde las tres de la tarde si sabía que la reunión era a las cuatro.

Y podría seguir...porque además tengo de los otros, los presenciales...pero me los guardo por un rato más en el bolsillo…

¿Me cuentan de sus panes con mantequilla?

(Cita: Dussel, Inés (2006) “Del amor y la pedagogía. Notas sobre las dificultades de un vínculo” en Educar: figuras y efectos del amor de Graciela Frigerio y Gabriela Diker (comps), Del estante editorial, Buenos Aires)

14/12/20

Un mes para despedir el año

Puente con lluvia- Van Gogh
Leí alguna vez que el duelo de los familiares con los que se tuvo una relación conflictiva es más difícil de elaborar. No tengo idea si es así realmente, pero algo de eso siento con este año que está por terminar. Tantas veces lo vi como un pariente de esos que no dejan de aguijonear con su presencia meta remover los baldes para que lo sucio nunca llegue al fondo, tantas veces se me volvió inoportuno y estirado...

...Pero, llega el momento de la despedida y siento un no sé qué inexplicable...

Para conjurar este adiós me auto-desafié a un mes de cierre. Un mes de buscar pepitas y envolverlas para regalo. Me verán por acá en "varieté". Espero sus voces, pero también sus silencios. Como los balineses que narran cuentos cuando alguien muere, pienso arremeter este tránsito envuelta en historias.