El narrador hace la presentación del protagonista, lo ubica espacialmente y anticipa algo acerca de esos viajes a través de la hoja. En realidad podríamos pensar en una metáfora del tiempo: cada hoja un día de la semana.
Puede identificarse con el diario de un joven tal vez, un señor o un niño, donde cuenta cada día de una semana las observaciones que realiza desde el árbol del jardín.
A medida que avanzamos en este breve texto, vemos un discurso descriptivo. Las ilustraciones acompañan concretamente el discurso.
Sería difícil ubicarlo dentro de un género literario, ya que no es cuento ni un relato. Si bien no es un diario íntimo, se encuadra dentro de ese formato, a modo de recorte temporal.
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