15/7/17

El cuerpo en escena. Algunos apuntes para narrar un cuento (Parte 2)

Ilustración de "Donde viven los monstruos" de Maurice Sendak
Empezamos el cuento cuando el silencio abre el vacío, 
cuando el que está del otro lado nos marca 
que ya está listo para subirse. 
Y para lanzarnos al riesgo nos tomamos de la mano 
de nuestra mirada porque la sabemos capaz 
de tejer cintas con los que están escuchando. 
El cuento es frágil. 
Necesita una red que sepa acunarlo. 


Enfocando para poder caminar
Miramos para decirle al otro que estamos ahí por él o por ella. Que nos subimos al escenario para regalarle algo que nos atraviesa. Que no llevamos más protección que su presencia y  que ese día es diferente al anterior.

Fotografía de Steve McCurry (es la misma niña afgana de la famosa fotografía de National Geographic.
Esta iba a ser la portada, pero se descartó)  

Dejamos que el alma se nos escape por las pupilas y nos bebemos la fuerza de los ojos de los que están “viendo” nuestra historia. Estamos ahí con ellos, jugamos un juego de contacto. Nos saltamos la valla para que la historia llegue también a los lugares mejor guardados de las mentes y los corazones.

Miramos y nos dejamos mirar. Nos tocamos en medio de ese espacio que nos separa. Vemos juntos y vamos juntos. Compartimos lo vulnerable para lograr una fuerza que nos deje atravesar desiertos y amores contrariados. Estamos ahí con los bolsillos llenos de nosotros mismos y nos animamos a compartir lo secreto. Titilamos en los ojos y espantamos la soledad por un rato.

Ilustración de Roberto Inoncenti
Nos posamos en los ojos ajenos y también nos alejamos cada tanto. Por momentos cerramos el velo de los párpados y callamos la mirada. Quizás para contar las vergüenzas o para tomar aire.  Tal vez para dar paso a otros sentidos o para que el amor pueda tomar la densidad que le toca...¿Cómo no mirar para adentro para contar la muerte? ¿Cómo no cerrar los ojos para oler la carta recién recibida del amado? ¿Cómo no bajar la cabeza entera cuando se confiesa lo prohibido?

Dejamos que los ojos se nos vayan de viaje a encontrarse con los otros. Nos animamos porque sabemos que nos vamos a ir llenos de historias nuevas y porque en las miradas ajenas encontramos imágenes de nosotros mismos.


Pastillas del final (si son  DRF de naranja, mejor!)

  • En el cuento "La creación" Nicolás Buenaventura cuenta todo el tiempo con los ojos cerrados. Ir al video. 
  • En esta charla TED Ana María Bovo habla de "Narrarse la vida como quisiéramos vivirla". Ir al video
  • No se pierdan las miradas y los silencios de la película polaca "Ida".  La pueden ver en Netflix.
  • El relato final de la película "Cigarros" de Wyane Wang sobre una mujer ciega es maravilloso. Me encanta el juego de la verdad y la mentira, del ver y no ver. Ver un resumen en youtube

Escena de la película "Cigarros" de Wyane Wang






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